Proyectos Estudiantiles
Historias reales de estudiantes que transformaron su pasión por los videojuegos en proyectos funcionales
Del miedo al código hasta publicar en tiendas digitales
Ignacio llegó al programa en septiembre de 2024 sin haber escrito una línea de código. Trabajaba en un taller mecánico y pasaba las noches jugando títulos de acción en su teléfono. Le fascinaba la mecánica de juego, pero pensaba que crear algo así requería talento innato o años de universidad.
Los primeros meses fueron difíciles. Se quedaba hasta tarde intentando entender conceptos básicos de programación mientras sus compañeros parecían avanzar más rápido. Casi abandona en noviembre.
Para marzo de 2025, Ignacio había completado su primer prototipo jugable: un endless runner con mecánicas que él mismo diseñó. No era perfecto, pero funcionaba. Lo mostró en una sesión de retroalimentación grupal y recibió comentarios constructivos que le ayudaron a pulir la experiencia.
En julio de 2025 publicó su primer juego en una tienda digital. Las primeras semanas fueron lentas, pero gradualmente comenzó a recibir reseñas positivas. Hoy trabaja en su segundo proyecto mientras mantiene su empleo actual, pero con una nueva perspectiva sobre lo que puede lograr.
Su consejo para nuevos estudiantes: "No esperes entender todo de inmediato. Vas a sentir frustración. Eso es parte del proceso. Lo importante es seguir presentándote cada día."
Proyectos que nacen de la práctica constante
Nuestros estudiantes trabajan en proyectos reales desde las primeras semanas. No hacemos demos irrelevantes o ejercicios teóricos desconectados de la realidad. Cada proyecto avanza a través de iteraciones, pruebas con usuarios reales y ajustes basados en retroalimentación honesta.
- Desarrollo de prototipos jugables con mecánicas originales
- Implementación de sistemas de progresión y economía in-game
- Optimización de rendimiento para dispositivos móviles de gama media
- Integración de analíticas básicas para entender comportamiento del jugador
- Publicación opcional en tiendas digitales con apoyo del equipo
Ignacio Urdiales
Estudiante graduado — Generación 2024-2025
Cuando empecé, no sabía nada de programación. Cero. Ni siquiera entendía qué era una variable. Los primeros proyectos fueron complicados porque todo era nuevo y a veces sentía que no iba a lograrlo.
Pero el formato del programa te obliga a hacer cosas, no solo a ver videos. Cada semana tenías que presentar avances, por pequeños que fueran. Eso me ayudó a mantenerme enfocado incluso cuando no tenía ganas.
Mi primer juego tiene bugs y la interfaz no es perfecta, pero está publicado y la gente lo ha jugado. Eso es algo que nunca imaginé que haría.
Sobre su proceso de aprendizaje
Ignacio dedicó entre 15 y 20 horas semanales durante 10 meses. Su proyecto final recibió más de 300 descargas en las primeras tres semanas. Actualmente trabaja en un segundo título con mecánicas más complejas mientras explora opciones de monetización ética.
El programa de otoño 2025 abre inscripciones en agosto. Las clases comienzan en octubre y se extienden hasta julio de 2026.